¿POR QUÉ NOS CRUJEN LAS ARTICULACIONES?
¿Qué sucede realmente cuando nos crujen las articulaciones?
Seguramente en algún momento nos hemos preguntado por qué crujen las articulaciones.
Cuando lo hacemos sentimos una sensación de relajación al instante, ya sea los dedos de la mano, del pie o del propio cuello.
Algunas veces los pacientes que acuden a tratarse a la clínica de fisioterapia en Madrid centro nos preguntan con cierto temor si se van a quedar sin dedos si lo hacen diariamente, o si favorece a la artrosis precoz.
Estas articulaciones que «crujen» o movilizan se denominan «articulaciones sinoviales» y están recubiertas por una cápsula que contiene líquido sinovial.
Cuando se fuerza el estiramiento o la flexo-extensión de los dedos de la mano, estiras esa cápsula llena de líquido.
Esto produce una disminución de la presión dentro del fluido lleno de gas, provocando que se forme una pequeña burbuja de nitrógeno y luego explote instantáneamente haciendo ese «crack» que escuchamos. Es un fenómeno que se llama cavitación.
¿Por qué suena la articulación?
Durante la manipulación articular, el terapeuta produce un movimiento de impulso (thrust) dinámico en una vértebra o articulación específica.
El terapeuta controla la velocidad, magnitud y dirección del impulso.
El arte o la habilidad de la manipulación vertebral reside en la capacidad del terapeuta para controlar estos tres factores una vez se establece contacto específico con una vértebra.
Ésta también se distingue de la movilización porque se proporciona en el extremo o casi el extremo de la amplitud fisiológica del movimiento, pero sin superar los límites anatómicos del movimiento.
Con frecuencia se escucha un ruido de chasquido o crujido, ya que el mecanismo de separación de las superficies articulares (decoaptación) crea una cavitación que provoca el «estallido» de la burbuja de gas originada de la descompresión del líquido sinovial.
Técnica de osteopatía:
Nathan y Keller midieron el movimiento lumbar intervertebral utilizando agujas insertadas en las apófisis espinosas lumbares. Las manipulaciones vertebrales fueron distribuidas, utilizando un dispositivo de ajuste vertebral.
Utilizando este dispositivo, la duración del impulso es del orden de 5 ms, una duración más breve que la usada en la manipulación manual.
Los impulsos distribuidos a la apófisis espinosa de L2 produjeron un desplazamiento axial máximo de 1,62 mm ± 1,06 mm (en el plano longitudinal), un desplazamiento de cizallamiento de 0,48 ± 0,1 mm (en el plano transverso) y 0,89 ± 0,49° de rotación entre L3 y L4 21.
Diferentes estudios confirman los efectos beneficiosos en cuanto a la mejora del deslizamiento articular, tras la manipulación osteopática.
En otros se observa la disminución del tono muscular por la estimulación del huso muscular de los paravertebrales, efectos sobre el sistema neurovegetativo y sobre la modulación de la señal dolorosa.
Por lo tanto, no debes preocuparte si te crujes las articulaciones, los dedos o la espalda, siempre y cuando no sufras de dolores.
Si ese es el caso, al auto-manipularte, lo que provocas es movilizar más las articulaciones hipermóviles.
Y eso, sí puede provocar un círculo vicioso de dolor, que sólo mejoraría corrigiendo las articulaciones hipomóviles que están generando esas hipermovilidades dolorosas.
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